Arte mesopotámico
Con el término Mesopotamia se entiende el área situada entre los ríos Tigris y Éufrates, que corresponde a la actual Iraq, en la cual a partir de la segunda mitad del IV milenio a.C. se asistió a la evolución de una cultura orgánica y coherente, a pesar de las aportaciones de elementos provenientes de otras regiones.
La historia de Mesopotamia estuvo caracterizada, de hecho, por la sucesión de numerosos pueblos (como los Sumerios, los Acadios, los Babilonios, los Asirios y losPersas), e invasiones, con la superposición de culturas y formas artísticas.
A partir del III milenio, con la multiplicación de los centros políticos, se multiplican también las expresiones artísticas y culturales hasta la formación de un arte “imperial” en elperíodo acadio (2340-2198 a.C.)
Con la edad babilonia, en el curso del II milenio, el arte y la arquitectura de Mesopotamia adquirieron en Asia la centralidad que perduró en el I milenio durante el imperio asirio.
Al inicio de ese período y hasta la conquista persa del siglo VI a.C., la cultura de corte y las manifestaciones religiosas de los Asirios y de los Babilonios constituyeron un modelo que tuvo una influencia determinante no solo para la cultura del imperio aqueménida, al que reemplazó en el mismo área, sino también para la misma cultura griega (período orientalizante).
Las mayores manifestaciones artísticas están representadas por los templos, de los cuales los más monumentales se erigen en las cumbres de una serie de terrazas escalonadas (ziqqurat) .
Son también notables las imponentes construcciones palaciegas que alcanzan su máximo esplendor durante el I milenio a.C., como testimonian los palacios reales de los soberanos asirios, babilonios y persas.
La estatuaria mesopotámica tiene también, como la egipcia, fines cultuales.
La imagen de la divinidad se colocaba en el interior del templo en el altar, delante del nicho, en el extremo más angosto de la capilla: delante de ella, considerada como una manifestación del dios, se oficiaban ritos con ofrendas de alimentos y de agua. Inseparablemente ligada al templo, podía ser llevada al exterior solo durante determinadas ceremonias, como la fiesta de Año Nuevo (Akitu). La retirada de la estatua divina significaba, de hecho, el abandono real del templo por parte del dios y por lo tanto de su protección sobre el poblado.
Para la estatuaria real no valía el mismo principio, ya que el soberano mesopotámico no se consideraba una encarnación del dios, sino su vicario en la tierra. Su estatua estaba colocada en el templo como un recuerdo perenne de la devota sumisión del soberano a los dioses, a fin de que intercediesen a su favor.
El Museo conserva importantes testimonios de arte mesopotámico adquiridos por Barracco en el mercado de antigüedades europeo de la segunda mitad del siglo XIX, donde podían encontrarse materiales artísticos provenientes de las grandes excavaciones de la época en el cercano Oriente, dirigidas sobre todo por franceses e ingleses.