Farnesina ai Baullari
El elegante edificio del siglo XVI que alberga la colección Barracco fue construido entre 1520 y 1523 por el prelado bretón Thomas le Roy, que llegó a Roma en 1494 con el séquito de Carlos VIII y activo en la curia romana bajo los pontificados de Alejandro VI, Julio II, León X y Clemente VII.
Nombre del propietario y fecha de construcción se confirman en dos lápidas expuestas en el patio y halladas durante las obras de remodelación de 1900: “Toma Regis Brito de Meczaco/ Redonen(sis) Dioc(esis) Camere Ap.lice / clericus abbre(tor) de maiori et / scriptor ap.lic me fieri fecit / MDXXIII” (“Tomás Regis, bretón de Meczaco de la diócesis de Rennes, clérigo de la nunciatura del parque mayor de la Cancillería Apostólica y escritor apostólico, me hizo construir en 1523”).
A su propiedad se remontan los símbolos de la flor de lis de Francia y del armiño, que aparecen en la decoración del Palacio, y con los que se ha ganado la impropia denominación de “ Farnesina ai Baullari”.
Algunos estudiosos atribuyen el proyecto del edificio a Antonio da Sangallo basándose en unos diseños del siglo XVI que reproducen su planta y perspectiva; en cambio, investigaciones más recientes han atribuido el diseño del edificio a Jean de Chenevières, arquitecto de San Luis de los Franceses.
Durante el siglo XVII, el Palacio fue propiedad de la familia Silvestri, a la cual se atribuye la decoración de frescos con motivos heráldicos relacionados con la familia (escorpión negro en campo oro), junto con las abejas típicas de los Barberini, con quienes los Silvestri tenían relación de parentesco.
Durante las grandes transformaciones urbanísticas para la creación del eje del corso Vittorio Emanuele II, el edificio fue sometido a importantes modificaciones, en los años 1886-1900, proyectadas por Enrico Guj: en efecto, inicialmente se demolieron los palacios adyacentes que ocupaban la sede prevista en la nueva calle, y por tanto fue necesario reconstruir, con un nuevo cuerpo principal, toda la fachada que da al corso Vittorio.
En aquella ocasión, en los subterráneos del palacete se hallaron importantes restos arqueológicos de una casa romana del siglo III-IV d.C. , dispuestos en torno a un patio de columnas. En el interior de la casa se encontró además un ciclo de tardíos frescos antiguos con escenas de caza y de pesca, posteriormente separados y dispuestos en una sala de la planta baja.
La “Farnesina ai Baullari” alberga la colección Barracco desde 1948.